Mi vida siempre ha estado llena de altibajos, con sus más y sus menos. En general en mi infancia fui una pequeña feliz, actualmente no se podría decir lo mismo. He deseado tantas veces desaparecer que ya no tengo memoria para acordarme de todas. A lo largo de mi juventud, me han decepcionado miles de veces, y aquellas que se suponían que eran mis amigas demostraron no ser lo.
Hoy siento un gran miedo a perder todo lo que me rodea, a perder mis únicas y verdaderas amigos, que demuestran ser lo por el momento. También temo la noche, la oscuridad, porque me lleva a pensar, imaginar, recordar, vivir antiguas experiencias que no deseo rememorar.
Ese momento en el que me acuesto en mi cama, me arropo y apago la luz, siento que toda la oscuridad que me rodea y ese silencio se apoderan de mi, haciendome volver al pasado y vuelvo a empezar de nuevo mi vida, mi historia, pero por mucho que actue de diferente forma siempre acabo igual, siempre acabo perdiéndolo. Cuando parece que todo va a cambiar, que todo saldrá bien, me quedo dormida sumergiendome en esos sueños tan extraños sin sentido. Al acabar la noche me despierto con la llegada del sol y vuelvo a empezar de nuevo, a continuar con mi vida y así día tras día.
Ese momento en el que me acuesto en mi cama, me arropo y apago la luz, siento que toda la oscuridad que me rodea y ese silencio se apoderan de mi, haciendome volver al pasado y vuelvo a empezar de nuevo mi vida, mi historia, pero por mucho que actue de diferente forma siempre acabo igual, siempre acabo perdiéndolo. Cuando parece que todo va a cambiar, que todo saldrá bien, me quedo dormida sumergiendome en esos sueños tan extraños sin sentido. Al acabar la noche me despierto con la llegada del sol y vuelvo a empezar de nuevo, a continuar con mi vida y así día tras día.
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